Una víctima real es aquella que sufre un daño o perjuicio a causa de una acción o suceso, como en “víctima de un atraco” o “víctima de acoso”. De estas víctima no se trata este tema.
Hablamos del “papel de víctima” para denotar aquella persona que en sus relaciones se acostumbra a atraer la atención de los “salvadores” o de los “perseguidores” pues provocan lástima o rechazo. No son víctimas reales.
Aceptar un error implica ser valientes para reconocer que nos equivocamos. Reconocer el error nos permite avanzar en el crecimiento personal y es una muestra de la grandeza que hay en nosotros. Equivocarnos hace parte del camino y corregir el error nos ayuda a avanzar, como grandes.