Recuerda: es importante no sólo perdonar a las personas, también a lo que pasó en esas relaciones.
Al perdonar también te reconoces como un ser que comete errores. Y mejor aún: que de tus errores puedes descubrir algunos asuntos que te cargan, duelen o generan miedo.
Es difícil perdonar a otros si no te has perdonado a ti mismo. Si te perdonas podrás con más facilidad perdonar a los demás. El proceso de perdonar comienza en tu corazón, el único lugar donde reside nuestra pureza y verdad. No es algo que otros te otorguen, ni es algo que tú le concedes a otro. Es una decisión de querer o no darte ti mismo ese regalo de la paz. Perdonar es un proceso continuo, dinámico y cotidiano. Todos los días nos vemos enfrentados a situaciones retadoras, que nos asustan y nos hacen equivocar.
Todos los días podemos aprender a perdonarnos y perdonar a los demás.
Te invito a que consideres conmigo las ventajas de saber perdonarte y perdonar:
Sin paz interior la paz del mundo es un deseo imposible.
El perdón te lleva a volver a sentir el Estado de Paz Natural que ya reside en ti. Te ayudo a verte a ti mismo y a los demás con amor y compasión.
Soy Sandra Bautista, Coach Afectiva y tal vez como tú, también he dado vueltas y vueltas para comprender que perdonarme es el primer paso del perdón. Todo lo que me ocurre necesita de mi perdón, si quiero aprender, avanzar y sentirme en paz. Cuando me cuesta perdonar algo o a alguien ya sé que algo no me he perdonado. Mi responsabilidad es descubrirlo y una vez más, perdonarme. Es una labor diaria, es un regalo diario.